¿Te gusta la idea de explorar un hermoso jardín botánico y descubrir especies únicas como los gingkos de China, las secuoyas de California, los castaños de los Balcanes y los nenúfares? ¿Quieres conocer a encantadores animales como mirlos, ardillas y pájaros carpinteros? ¿Te gustaría disfrutar de un día tranquilo sintiendo el latido del corazón del bosque? Todo esto es posible en el Parque Natural del Señorío de Bertiz, un rincón de 2.040 hectáreas de exuberante vegetación ubicado a 49 km al norte de Pamplona, en el Pirineo occidental navarro, junto al río Bidasoa.
Este espacio natural es el único en España donde conviven las siete especies distintas de pájaros carpinteros que habitan en la península, lo que indica la excelente conservación del parque. Los pícidos solo habitan en bosques maduros con árboles de gran porte y bien conservados.
El Parque Natural del Señorío de Bertiz forma parte del término municipal de Oieregi y limita al norte con Etxalar y al este con el valle de Baztan. Aunque sus orígenes se remontan al siglo XIV, el esplendor actual se debe a don Pedro Ciga, quien donó la finca al Gobierno de Navarra en 1949, convirtiéndola en Parque Natural.
En el parque hay varios senderos con diferentes longitudes y pendientes para que puedas apreciar los matices de este bosque atlántico. También hay guías especializados que te llevarán por rincones inolvidables mientras cuentan historias fantásticas sobre personajes mitológicos. Explora este bosque atlántico, un lugar donde un microclima húmedo ha dado forma a una naturaleza elegante y exuberante.
En la entrada del parque se encuentra un jardín botánico, con más de 100 años de antigüedad, que es el mayor tesoro del Parque Natural. Un entramado de caminos te permitirá admirar más de 120 especies de árboles y arbustos diferentes. Fue diseñado por un jardinero francés en 1847, y don Pedro Ciga lo amplió mezclando especies autóctonas con otras traídas de lugares lejanos. Entre las especies autóctonas, las hayas son las más abundantes, y entre las más curiosas se encuentran el ciprés calvo, los cedros de Líbano, los gingkos de China, las araucarias de la Tierra de Fuego, las secuoyas de California, las camelias, las azaleas y los bambúes. El jardín cuenta además con elementos del Art Nouveau, como estanques, puentes, glorietas y un mirador de la Belle Époque, que realzan su belleza única.
El jardín no es la única atracción de Bertiz. También hay instalaciones dedicadas a la educación ambiental, como el Palacio de Ciga, convertido en sala de exposiciones, y el Centro de Interpretación de la Naturaleza, que ofrece información sobre el ecosistema del parque y sus alrededores.
Además del jardín, en Bertiz encontrarás una amplia zona verde con merendero y columpios, estacionamiento, una exposición de esculturas al aire libre, una carbonera que muestra cómo se elabora el carbón vegetal y una oficina de información turística certificada con la Q por su calidad en el servicio. Allí te proporcionarán un mapa-guía del parque con indicaciones sobre las instalaciones y los recorridos. Un buen punto de partida para explorar el bosque, la parte más extensa del parque con un desnivel que va desde los 110 hasta los 842 metros.
Algunos de los senderos que puedes recorrer en el Parque Natural de Bertiz son:
- Aizkolegi: un sendero de 11 km que te llevará al punto más alto de Bertiz, donde se encuentra el palacio de Aizkolegi, una construcción modernista del siglo XX. Desde aquí, podrás disfrutar de excelentes vistas del parque y los valles circundantes. (Duración estimada: entre 6 y 7 horas)
- Plazazelai: un recorrido lineal de 8 km hasta el portillo que marca el límite del Señorío de Bertiz con el valle de Baztan. (Duración estimada: 5 horas). Este es el único recorrido autorizado para ciclistas.
- Senda Irretarazu: un recorrido de 7 km por senderos y pistas desde la carbonera. Este sendero muestra los usos tradicionales del bosque. (Duración estimada: 4 horas). También hay dos variantes de menor recorrido: la Senda del Suspiro (5 km) y la de Iturburua (3 km).
Cualquier época del año es perfecta para visitar el parque, pero si eliges el verano, podrás disfrutar de una vegetación exuberante y sombras refrescantes. A mediados de otoño, los colores verdes del verano se transforman en tonos ocres y rojizos, lo que brinda la oportunidad de observar el movimiento migratorio de numerosas aves.
