En la copa de vino, en el vaso que te ofrecen, descubrirás los irisados matices de su color, sentirás la singularidad de sus aromas y experimentarás la profundidad de su sabor, que sacia la sed de otra forma de belleza. Agradecerás la uva en cada viñedo, la mano que la cosecha, el lagar donde fermenta y la dedicación de quienes guían el proceso que lo hace posible.
Para Bodega Otazu, el turismo enológico es una parte esencial de nuestra filosofía del vino: un canalizador de emociones cuyo propósito principal es ser disfrutado y compartido. Desde esta perspectiva, entendemos que el enoturismo no se trata solo de catar vinos. Es un concepto que abarca un universo de historia, cultura, arte, naturaleza, terroir y emociones, todos aspectos que nos definen y distinguen.