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Palacio Real de Olite

El Palacio Real de Olite, antaño corte de los Reyes navarros hasta la anexión de Navarra a la Corona de Castilla en 1512, brillaba como uno de los castillos medievales más lujosos de Europa. Según un viajero alemán del siglo XV, cuyo diario se conserva en el British Museum de Londres, afirmaba: "No hay rey que posea palacio ni castillo más hermoso y de tantas habitaciones doradas".

Sus caprichosas torres y majestuoso perfil te transportan a la época medieval, invitándote a imaginar la vida en la corte de un palacio que albergaba ricas decoraciones, jardines exóticos y hasta un zoológico. Justas, torneos, juegos de pelota y corridas de toros se celebraban en sus dominios. Hoy, Olite revive ese pasado a través de sus Fiestas Medievales, evocando su época como sede de la Corte bajo Carlos III el Noble.

Ubicado en la Zona Media de Navarra, a 42 kilómetros al sur de Pamplona, el Palacio Real de Olite atestigua el esplendor cortesano de la Edad Media. Declarado Monumento Nacional en 1925, abarca un tercio del casco urbano medieval y es uno de los conjuntos civiles góticos más notables de Europa.

Edificado sobre restos de una antigua fortaleza romana, el Palacio Viejo, ahora Parador Nacional de Turismo "Príncipe de Viana", preserva sus muros exteriores y torres. Destacan en su fachada los ventanales góticos, la puerta renacentista y la torre de la Atalaya.

Desde el siglo XV, bajo Carlos III el Noble, el palacio experimentó un auge impresionante, atrayendo maestros peninsulares y europeos. Construido en estilo gótico civil francés, el Palacio Nuevo reflejaba la influencia de la nobleza francesa de Carlos III. Parcialmente devastado por un incendio en 1813, su apariencia actual es fruto de una minuciosa restauración en 1937, que buscó devolver su aspecto original.

Grandes muros de piedra rodean el edificio, intercalados con torretas circulares y cubiertas de pizarra en las esquinas. En su interior, un amplio patio te invita a explorar el recinto, acompañado por un guía. Descubre el núcleo central del Palacio Nuevo, las cámaras del Rey y la Reina, las torres almenadas, el pozo del hielo y otros rincones.

Este palacio también gozaba de lujos, como jardines suspendidos a 20 metros de altura y un pequeño zoológico. Aunque el fuego arrasó gran parte de su esplendor, la Cámara de los Yesos aún revela su rica decoración. Olite revivía con justas, torneos y corridas de toros en su esplendoroso pasado.

En la plaza que precede al castillo, escaleras de caracol llevan a galerías medievales que exhiben la vida en la corte de Carlos III el Noble. Puedes completar tu visita con la iglesia gótica de Santa María y la románica de San Pedro, así como explorar las murallas romanas mejor conservadas de Navarra. Callejea, disfruta de la gastronomía local y visita el Museo del Vino de Navarra.

Y para revivir la Edad Media en Olite, no te pierdas las Fiestas Medievales en agosto o el Festival de Teatro Clásico de Olite en el verano.

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